Estrategias para promover el hábito de la lectura en los niños

5 Estrategias para crear el hábito de lectura en los niños

La lectura es fundamental para la integración social y el desarrollo personal. No solo es una herramienta esencial para el aprendizaje, ya que gran parte de la información que consumimos se adquiere a través de la lectura, sino que también constituye una actividad de ocio que se ha convertido en el pasatiempo y hábito de muchas personas en todo el mundo. Sin embargo, para que la lectura sea efectiva y enriquecedora, es necesario contar con la voluntad y el interés genuino por parte del lector.

A menudo, la falta de comprensión de los textos puede desmotivar a las personas y crear una brecha entre el contenido y el lector. Para superar este obstáculo y cultivar un hábito de lectura sólido, es imprescindible invertir tiempo y mantener una constancia en la práctica de la lectura.

Según UNICEF, existen 5 prácticas básicas que harán que la lectura se convierta en un hábito desde temprana edad y que represente una actividad de ocio y a su vez de aprendizaje. Estas prácticas son los siguientes: 

• Comenzar a leerles historias a temprana edad: Aquellos niños que están familiarizados con la presencia de libros desde temprana edad tienden a valorarlos mucho más a medida que crecen.

  
  

• Practique lo que predica: Demos el ejemplo y tengamos el hábito de la buena lectura, los niños practican lo que ven.

  
  

• Leer por turnos: Leer en familia y turnarse para leer en voz alta con los niños es una práctica muy saludable. Con ello, los ayudará a desarrollar su confianza para hablar en voz alta y reforzará su comprensión lectora.

  
  

• Escuchar al niño: Ofrézcale lecturas sobre temas que le interesen y que estén acordes con su edad.

  
  

• Establezca una rutina: Se recomienda al menos leer 15 minutos al día a manera de ir creando el hábito en los niños leyéndoles alguna historia que encuentren interesante. 

De acuerdo con información proporcionada por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), cuando la lectura se integra de manera regular en la rutina de los adultos, ya sea en el ámbito doméstico o escolar, se facilita significativamente el fomento de la lectura en los niños, dado que aprenden a través de la repetición.